On Parole

Bienvenidos al mundo de una cuerda loca :)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Nunca digas muerte.

Año futuro. No sé cual, sólo futuro. Imaginarle como queráis, pensad si queréis en un mundo ¿mejorado? Bueno, digamos que el mundo ha sufrido cierta evolución, pensad en cualquier película futurista en la que los coches vuelan y esas cosas, pero en desastre. Si, los coches vuelan, pero sólo en una parte muy pequeña del mundo, los demás apenas tienen ni para comer. La mitad del mundo es un desierto y la otra mitad una selva de asfalto y árboles. El mundo está loco, condenado a perecer...

Los pocos que tienen se dedican a intentar mejor la especie, están obsesionados con que ellos son los elegidos para repoblar el mundo y que los demás deben ser eliminados. Los experimentos realizados en seres humanos son tan horribles que no se ni como describirles, son horribles, asquerosos...Pero, por suerte o por desgracia, no todo es perfecto y siempre se comenten errores que se escapan a nuestro entendimiento, y uno de estos errores acabó con ese mundo.

Los laboratorios farmacéuticos creían que por fin habían encontrado el veneno que acabaría de una vez por todos con los humanos que consideraban inferiores, pero necesitaba aire para propagarlo, por lo que idearon una especie de cámaras de gas muy parecidas a las usadas por Hitler en la Segunda Guerra Mundial en las que encerraron a todas las personas que pudieron. Una vez dentro esparcieron el gas y esperaron a que todos los gritos acabasen; entonces bien protegidos sacaron los cuerpos y los enterraron en fosas comunes fuera de la ciudad.

Poco a poco comenzaron a exterminar a toda la población sin que nadie pudiera hacer nada...hasta que un día ocurrió. El gas había sido experimentado en ratones y monos que tras morir fueron arrojados al vertedero, de esto hacía ya un mes y un día, sin que nadie se diera cuenta comenzaron a corretear por ahí, cuatro o cinco monos con los ojos inyectados en sangre y casi sin carne comenzaron a sembrar el terror...El gas no mataba eternamente, sólo lo hacía durante un mes y medio como mucho, eso en los animales pero...¿en las personas? Todas las personas que habían sido asesinadas de esta manera resucitaron con hambre de carne, humana o animal, y un simple arañazo o un mordisco podía infectarte y te convertía en uno de ellos...

En menos de un año todas las personas de la tierra habían sido infectadas y, en dos años la tierra era un planeta sin vida inteligente, sólo quedaban las plantas y los huesos de las personas que no supieron mantener el magnífico lugar en el que vivían...

MK!

sábado, 19 de noviembre de 2011

Hielo

Arráncate el corazón. Arráncatelo y en su lugar por un bloque de hielo que se vaya deshaciendo poco y, cuando sólo sea un charco, báñate en él, báñate en tu propio corazón y, después, ríete. Ríete de que tu corazón sea un bloque de hielo que es capaz de sentir calor, aunque te mate.

Cámbiate de corazón, pero nunca por uno de piedra, pues no se erosiona ni se destruye con facilidad, un corazón de piedra, aunque parezca la mejor opción, no lo es. No es la mejor opción, es la opción equivocada aunque parezca la correcta..¡No lo es! Si tu corazón se hace de piedra, ya no hay vuelta atrás, si te lo cambias, es la última opción.

MK!

lunes, 14 de noviembre de 2011

Nieve [4.-Muerte]

Nieve murió. Fue algo rápido, silencioso e indoloro, de noche; llovía y cuando amanecí vi su cuerpo frío a mi lado.
Nunca había llorado tanto y creo que nunca volveré a llorar así.

Nieve era lo que más quería, le recogí recién nacido, le salvé de morir, le cuide y fue mi amigo; había crecido conmigo y ahora estaba sin él. Nieve, mi pobre Nieve...Ahora ir al bosque no será igual, no tendré un compañero que evite que me pierda, ya no tendré con quien enfadarme cuando los días de nieve se esconda y al cerrar los ojos pensara que se había escapado.

Nieve, mi Nieve, ¿dónde enterrar a mi fiel amigo? Su tumba está bajo el sauce, junto a su madre y a sus hermanos. Todo el día cavando su tumba, haciendo un hoyo tan profundo que ningún animal se lo comiera. Luego le coloqué dentro junto a un ramo de rosas azules, las mismas que cuando todavía era un cachorro solía arrancar.

Luego comencé a tapar el hoyo y coloqué una losa de piedra sobre la que lloré la muerte de mi fiel amigo...

jueves, 10 de noviembre de 2011

Nieve [3.-Nieve]

Nieve. Así le llamé. Además de ser blanco como tal, cuando las primeras nevadas cubrían el suelo, descubrí lo mucho que disfrutaba corriendo entre ella, no parecía sentir el frío.
A pesar de ser un lobo, fue criado como un perro y cumple las funciones que cumplía el viejo Toby, cuidar las ovejas, guardar la casa, acompañarme al bosque...
Al poco tiempo de tenerle conmigo había crecido tanto que la cajita que yo le había otorgado se le quedó pequeña, por lo que en el jardín mi padre le construyó una caseta, aunque en las noches más frías prefería dormir en mi cama, y yo no le decía que no; era una buena estufa.


A veces Nieve volvía bajo el árbol en el que le encontré siendo cachorro; bajo ese árbol estaban enterrados su madre y sus hermanos, él solía sentarse sobre la losa de piedra que indicaba que allí estaba la tumba y entonces se ponía violento, no dejaba que nadie se acercara y lloraba; eso me partía el corazón.

Con Nieve descubrí que los mejores amigos no siempre son los hombres, y que a menudo un animal es más humano que algunas personas...

lunes, 7 de noviembre de 2011

Nieve [2.-El lobo]

Bajo el árbol había un pequeño lobo blanco cubierto de sangre, aunque no era suya, era de su madre, una gran loba negra la cual yacía a su lado, muerta, fría y con un horrible golpe en la cabeza. No estaba sola, los demás cachorros habían muerto a su alrededor, de hambre y frío. Yo me apiadé del pobre bichito y lo cogí, estaba tan débil que no se movió y no dejó de llorar hasta que no le acurruqué junto a mi, aunque parecía tener mucho hambre también, por eso me lo llevé a casa.
Dije a mi padre que no había encontrado ninguno de nuestros animales, pero si un perro pequeñito, mi padre me dijo que era un lobo pero yo me hice la loca; aunque al principio puso muchas pegas finalmente logré convencerle para que se quedara en casa con nosotros.

Le di un poco de leche que el lobo engulló con un apetito voraz. Pobrecito. Cuando le dejé al lado del fuego para que entrara en calor ni se movió, sólo se acurrucó y me miró con sus grandes ojos negros, estaba helado y asustado, no paraba de temblar. Fui a por una caja vieja y la decoré pintándola de blanco y azul, en el interior coloqué unos cojines y trapos, luego le metí dentro. El pobrecillo se camuflaba entre su cama y, si no fuera por sus grandes ojos mirándote desde dentro, nunca podrías adivinar que ahí dentro había un pqueño lobo.

Los días fueron pasando y el chiquitín fue creciendo y haciéndose más y más grande...

jueves, 3 de noviembre de 2011

Nieve [1.-Tras la tormenta]

El sol brillaba alto y radiante, aunque el día era frío. Era el primer día desde que la semana había comenzado que no llovía y un poco de luz, la verdad, es que se agradecía.

Habíamos podido salir y comprobar los efectos reales de la tormenta, que fueron muchos, y devastadores. Casi todas las casas habían quedado destrozadas y casi todos los animales habían huido, y lo más doloroso de todo, lo que todavía no se había contabilizado, las muertes. No fueron pocas.

A mí mi padre me mandó al bosque, algunas de nuestras ovejas habían huido y tenía que tratar de encontrarlas, yo sabía que era algo algo casi imposible, pero la verdad lo prefería a quedarme en el pueblo a reconstruir unas casas que con la próxima tormenta volverían a caerse...

Iba yo absorta en mi pensamiento cuando oí una especie de llanto, como de un animal; parecía un perro. Supuse que era alguno de los animales que asustado había huido del pueblo. Me acerqué; si tenía suerte nadie lo reclamaría y tendría una nueva mascota, ya que Toby, nuestro actual perro, estaba ya muy viejo.
Fui siguiendo los sollozos hasta llegar bajo un gran sauce, y allí lo vi, era la escena más enternecedora y horrible a la vez que podáis imaginar...