On Parole

Bienvenidos al mundo de una cuerda loca :)

sábado, 25 de febrero de 2012

El mundo se muere.

El mundo se muere poco a poco sin que queramos evitarlo. Digo queramos porque podemos y no lo hacemos; vivimos tan cómodamente que no se nos ha ocurrido pensar que el día de mañana todo puede desaparecer, que nuestras selvas serán desiertos y nuestros mares océanos; las playas se hundirán y nosotros desapareceremos.

Todo seguirá su curso.

Me gustaría saber que va a pasar en el futuro cuando desaparezcamos,¿Volverá a existir otra raza de como los seres humanos?¿Serán igual que somos nosotros ahora? ¿Seremos nosotros pero evolucionados? Pienso en el mundo futurista de los libros, en algunos los coches vuelan, en otros, la naturaleza ha seguido su curso y apenas quedan humanos que la destruyan.

Ojalá poco a poco todos entremos en razón y nos demos cuenta de que el paraíso del que se habla es el lugar que habitamos, que la tierra ha sido creada para nosotros, para que disfrutemos, no para que sea un valle de lágrimas, no para que la estropeemos, no para que creamos que hay un más allá mejor...

MK!

Espero que con esta pequeña reflexión entendamos que el lugar en el que vivimos debería ser maravilloso, pero que gracias al egoísmo de la gente, a su avaricia, estamos estropeando el regalo más hermoso que podrían hacernos.

viernes, 17 de febrero de 2012

La Bruja

Llovía mucho, el viejo camino de barro que llevaba a la vieja casa del bosque era intransitable, pero así, la ancianita que allí vivía volvía lentamente a su hogar...

En el pueblo nadie la quería, todos la culpaban de los males que últimamente estaban ocurriendo pero...¿quién es esta mujer? Una pobrecilla desgraciada de pelo blanco y huesos retorcidos que había llegado al pueblo un día de verano de hacia cuatro años y que se había dirigido al alcalde muy amablemente para pedirle permiso para poder ocupar la vieja choza del bosque. El alcalde le dio permiso, pero también le dijo que era un lugar bastante dejado que estaba casi en ruinas y que podía ofrecerle algo mejor, pero ella se negó a aceptarlo.

La mujer comenzó a ser considerada bruja cuando un día dos hombres que la ayudaban a arreglar la casucha dijeron que la vieron haciendo cosas bastante raras y que un olor extraño y que a los pocos días murieron...A partir de ahí, cualquier mal que ocurriera en el pueblo era su culpa, desde la desaparición de un gatito hasta la muerte de la persona más anciana y enferma del pueblo.

La amabilidad con que la habían tratado al principio se había esfumado para dar paso a una gran hostilidad, lo que entristecía a la pobre mujer. Ella no tenía la culpa de esas cosas, no las había provocado, solo había nacido con mala estrella.

Esa noche la anciana estaba especialmente triste pues había sido día de mercado y, en un intento de reconciliarse con el pueblo, se había dedicado a hacer cestillas de mimbre para luego venderlas, pero su aventura no había tenido mucho éxito. Había montado su puestecito en un pequeño callejón, aunque todo el mundo podía verle; nadie se acercó en toda la mañana más que un par de chiquillos para burlarse de ella, y ahora, de noche, helada, calada hasta los huesos, volvía arrastrando su hatillo de cestas de mimbre, llorando y llena de barro.

Llegó la vieja a su casa y, una vez más, hizo su equipaje con sus escasas pertenencias y una nota de disculpa y así, en medio de la noche, desapareció. En el pueblo no volvieron a verla, ni en ningún otro pues en el Gran Bosque se perdió...

Los lobos se dieron un festín con el alma estrellada de una buena mujer que nunca tuvo suerte en su vida...

MK!

jueves, 9 de febrero de 2012

Pesadillas.

Abro los ojos y, de pronto, estoy en un lugar extraño y tenebroso. La luz, que proviene de unos fluorescentes, parpadea, dando al lugar un aspecto mucho más tétrico de lo que ya lo es.
Parece un hospital abandonado, el polvo se acumula sobre las mesas, las camas están vacías, los cristales rotos, ¿cómo he llegado a este lugar? Debo escapar, no creo que sea muy difícil, así que comienzo a bajar las escaleras, aunque por ellas no hay luz y tengo miedo...Miedo que se incrementa cuando oigo voces tras de mí. Escucho más a fondo y descubro que no son voces, si no una voz, una risa maléfica. Antes de doblar un pasillo, ver a alguien y morirme de miedo, empiezo a correr pero...¡Me lo encuentro de frente! Es un ser terrorífico, no tengo palabras para describirlo, es fétido, babeante, deforme...el miedo me paraliza, no puedo correr y cada vez está más cerca, mueve su mano, me busca, escapó hacia atrás pero chocó con una fría pared, está cada vez más y más cerca, ya noto su aliento, tengo ganas de vomitar y, de pronto, abro los ojos. Estoy en mi cama. Todo ha sido una horrible pesadilla...o no.

MK!

viernes, 3 de febrero de 2012

Sigue a las Mariposas.

Margarite cumplía 18 años el día en el que la primavera entraba, el día en el que las mariposas volvían a los campos y en su pequeño pueblo se hacía una gran fiesta para celebrarlo.

Ese año se había comprado un vestido azul, como las alas de sus mariposas favoritas, una rara especie a punto de desaparecer. Estaba preciosa, de verdad parecía una gran mariposa con su vestido vaporoso y su negra melena al viento.

Llegó el momento de salir a la calle, de lucirse, aunque sabía que no iba a ser un buen día, cumplía 18, pasaba de ser una niña a ser una mujer, al día siguiente contraería matrimonio con un amigo de su padre, ella no quería, pero debía. Margarite deseaba volar como las mariposas, hacer algo más que la comida a un viejo gruñón que solo la quería para esclavizarla y tener hijos...

Margarite salió, todos la miraban, pero notaban que algo empañaba su mirada. La noche llegaba a su fin, Margarite debía volver a su casa, al día siguiente madrugaba bastante, pero antes quería ver a las mariposas. Conocía un pequeño lugar en el bosque, no más que un charco en el que todos los años las mariposas azules parecían reunirse. Cada año eran menos, pero Margarite iba a seguir yendo año tras año, allí soñaba que se convertía en una y se libra de todas sus preocupaciones...

Y años después, cuando Margarite era muy mayor, cuando sus ojos ya habían perdido todo su brillo y su melena el color, cuando las mariposas ya no iban a su charca, la encontraron muerto. Llevaba su vestido azul, había recuperado el aspecto de una muchacha de 18 años, pero tanto el brillo como de sus ojos y su corazón indicaban que estaba muerta. En su memoria siempre estaría el deseo de volar libre como una mariposa, justo como la última mariposa que vio antes de morir y con la que su alma partió...


MK!