On Parole

Bienvenidos al mundo de una cuerda loca :)

miércoles, 4 de julio de 2012

El Dios.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando era joven, era una ávida lectora, leía todo lo que caía en mis manos pero, sin ninguna duda, lo que más me fascinaban eran los relatos góticos, sobre todo los de Loveraft. Me fascinaba toda su literatura, toda su mitología, Chtulu me enamoró desde la primera vez que leí sobre él y, en ocasiones, soñaba encontrarme con alguno de sus seres.

La experiencia que tuve y que he mantenido en secreto más de cincuenta años, se asemeja mucho a una historia de Lovecraft. Nunca nadie la ha oído antes porque sé que no me creerían, que me tomarían por loca.

Cuando ocurrió yo tenía unos trece o catorce años y vivía en un pequeño pueblo que vivía de la agricultura. Tenía unos campos impresionantes y recuero que, en la noche, los muchachos del pueblo jugábamos a escondernos y, cuando estábamos ya agotados, íbamos a algún huerto y robábamos un par de manzana o peras cada uno.

Fue en una de nuestras escapadas nocturnas en las que ocurrieron los hechos que ahora voy a narrar. Era mayo, o quizá junio, la verdad es que ya no me acuerdo muy bien, solo recuerdo que hacía muy buen tiempo. Estábamos jugando al escondite y yo vi una luz a lo lejos y, sigilosamente, y sin decir nada a nadie, me acerqué a ella. Ahora, cincuenta años después, sigo sin saber por qué no dije nada a nadie.

Me acerqué a la luz, que no estaba tan cerca como yo pensaba, si no que era muy brillante; llegué sofocada y lo que vi, me fascinó a la vez que me asustó. La luz, que era blanca, no la emitía una hoguera ni nada parecido, la luz emanaba directamente de un misterioso ser que tenía forma humana pero que parecía un fantasma. Sus pies no rozaban el suelo y sus brazos estaban levantados hacia el cielo estrellado. El ser emitía unos sonidos extraños, entonces algo me impulsó a saltar en medio del círculo de luz que proyectaba el ser, apagándose la luz y callándose los ruidos, entonces me di cuenta de que estaba perdida en medio de un campo de trigo. Al recordarlo ahora me hace gracia, es, sin duda, una de las cosas más patéticas que me han ocurrido en la vida, pero en esos momentos no pude si no asustarme. No oía nada y no veía nada, por lo que grité pidiendo auxilio, nadie acudía. Desorientada y asustada como estaba, intenté retroceder, pero entonces la luz volvió a aparecer y el misterioso ser, con una piedra en su mano, me golpeó, quedando inconsciente.

Desperté no sé cuánto tiempo después, estaba tumbada en una camilla y semidesnuda, con un montón de tubos por mi cuerpo. Intenté moverme pero no podía, estaba atada. El ser apareció y me habló. Me dijo que no era de este planeta, que él era un dios y que estaba investigando como vivíamos los humanos. Yo supliqué que me dejara ir, pero él me dijo que, hasta que no acabara conmigo, no podía hacerlo.

Pregunté que era lo que me estaba haciendo, pero no me contestó, me dijo que ya lo averiguaría. A día de hoy sigo sin saber que pasó exactamente aquella noche aunque, más o menos, puedo intuirlo; a menudo tengo la sensación de ser observada día y noche y a veces oigo un pitido dentro de mi cabeza, además de tener una extraña cicatriz…

MK!

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