On Parole

Bienvenidos al mundo de una cuerda loca :)

lunes, 30 de julio de 2012

Ojos de Gato.

Vivía en un pequeño barrio marginal de la gran ciudad de Nueva York, acudí allí con esperanza de lograr el sueño americano pero no existe, al menos, no para mí.

Me llamaban Verónica y provenía de la África Negra, con apenas seis años y finalizada la Segunda Guerra Mundial, mi familia y yo nos mudamos, lejos quedan esos días. Cuando tenía 15 años mi padre murió, unos atracadores entraron en su tienda y le dieron dos tiros, murió en el instante. Fue ese el momento en el que decidí que no quería acabar como mi padre y que no quería más muertes en mi barrio, por lo que me esforcé mucho en lograr ser policía.

Llegué a los treinta con un elevado número de detenciones, ladrones comunes, asesinos, traficantes…es normal que muchas personas desearan mi muerte, aunque no fue una bala la que acabó con mi vida, fue la magia. En 10 años había hecho muchos progresos, salí de mi pequeño barrio para instalarme en una casa en un buen lugar con mi esposo Dan y mis dos hijos, Russel y Tommy. En el cuerpo de policía también había ido ascendiendo poco a poco.

Me habían llamado los jefes, querían que me ocupara de algo grande, de algo tan grande que, saliera bien o saliera mal, mi nombre sería conocido. Mi esposo me dijo que no aceptara, que era demasiado peligroso, ojalá hubiera escuchado sus palabras.

Tenía que infiltrarme en una secta de viejos magos hindúes que se dedicaban a estafar, o eso creíamos. Logré integrarme en la secta y rápidamente comencé a ascender. Desde que ingresé comenzaron a llamarme Ojos de Gato, ya que mi misión era observar y aprender y, en ocasiones, cuando era de noche, solo se veían mis ojos.

Poco a poco las enseñanzas me empezaron a absorber, dejé mi vida y ahora soy un brujo, Ojos de Gato. Escribo mis memorias ahora que voy a morir, llevo más de 40 años aquí y he hecho muchas cosas, no todas buenas, salvo el cuidar a mi esposo y a mis hijos…

MK!

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